A Howard
Todo lo que es conspiración y sus derivados intrínsecos: confabulación, conjura, cabildeo secreto, hermetismo, aquelarre... es un imán de especulaciones, teorías, secretismo y fabulación. Muchos creen que detrás de todo acontecimiento espectacular que parezca sospechoso y sucio hay un gobierno secreto, una secta, un poder oculto moviendo a sus títeres criminales.
Se afirma comúnmente que existe un poder superior e invisible, un gran think tank, capaz de cambiar la historia a su antojo, más allá de los presidentes, reyes y tiranos y constituciones. Se atribuye este poder a los antiguos linajes, a las corporaciones globales, a judíos y masones, y a veces a los extraterrestes infiltrados, generalmente implica al Vaticano y a ciertas élites de plutócratas. Hay incontables tesis, opiniones y leyendas urbanas acerca de esto, quizás el tema más popular de cuantos erizan los pelos e inspiran ensayos y novelas. Seguramente los archivos clasificados de las grande potencias tienen mucho que esconder.
La costumbre de achacar todas las desgracias y desenlaces históricos a la CIA y otros órganos secretos un poco ha pasado de moda, a medida que el mundo se desideologiza, se hedoniza y los conflictos toman un cariz jamás previsto, desde la eclosión del terrorismo islámico global. Para algunos el derrumbe del sistema comunista, desde1989 debió haber sido una maniobra dentro del laboratorio de esa entidad desconocida y poderosa que nadie ha visto pero que todo perciben. Lo mismo pasa con ese otro misterio que es la muerte de Kennedy. No mencionemos ese mundo de trapisondas que es el Vaticano, aquel escándalo del banco Ambrosiano y de las sectas masónicas involucradas, los asesinatos políticos sin esclarecer, las guerras y golpes de estado inducidos, etc.
La teoría tiene sus filósofos y hasta sus testimoniantes, y los libros y el internet están hasta el tope de las pruebas e interpretaciones que aportan los ex-conspiradores y todo aquel que toma en serio la cuestión.
"Todo poder es una conspiración permanente", decía Balzac. Y es cierto. Desde antes de Cristo, los políticos y emperadores romanos eran adictos a conspirar y jugar desalmadamente con el destino del mundo, dígase territorios y gentes. Esa "conspiración permanente" es más visible y enajenante en la actualidad y adopta muchas formas sutiles y malditas, usando los más sofisticados disfraces. No pretendo ahondar en esto, pues los libros lo dicen mejor. Hay incluso una película que nos pinta uno de los tantos escenarios donde los conspiradores hacen de la suya: Conspiración (Conspiracy Theory), de Richard Donner, protagonizada por Mel Gibson. Dirán que es comercial y satírica, pero ciertas cosas suceden así.
Todo este preámbulo es para meter baza en el tema. No porque me gusten los archivos X y los enigmas de la historia, !me encantan!, sino porque conozco conspiradores que se atreven a referirme ciertos eventos oscuros, revelándome insólitas experiencias. El ciudadano, vecino o jubilado, quien menos uno se piensa, como el taxista de Fletcher, tiene un drama que contar bajo la manga. Lo que pasa es que el miedo es paralizante y, por otro lado, la gente cree paranoicos a quienes pierden el miedo y hablan de más. Ese mismo super poder invisible se encarga de que la sociedad considere impostor o loco al se salga de la raya. Conozco el drama de algunos de ellos, que es una de las peores pesadumbres que pueda padecer un hombre. Pero cómo no soy conspirador, sino novelador, me puedo dar el lujo de escribir sobre ciertas cosas vistiendo a la ficción de cierta pesadilla realista que pareciera fantasia.
Este blog, no dudo que parecerá novelero, sería inconcebible si yo no hubiese sido perseguido por una sombra el día que Howard se franqueó conmigo. Howard es el alias de uno de los tantos anónimos que vive muy bien con su retiro, pero siente asco del pasado. Fue una pistola, un cerebro, un cizañero, fue un miembro de ELLOS.
Tres de mis novelas thriller de ficción testimonial se inspiran en secretos que conoce Howard y en los líos que me he buscado por conocerlo. Una novela está publicada: Cornatel, el secreto español, que entre otras cosas revela una conspiración contra Dios, así como lo ven. La otra se titula Bonos Chinos, uno de los secretos que más tiene en jaque a chinos y norteamericanos, y la tercera es Maten a Howard, un testimonio que me tiene en jaque a mí. Aclaración: no son novelas típicas sobre el tema, porque en ellas la vida ordinaria, la filosofía y el amor forman un estupendo engranaje. En ulteriores posts intentaré exponer mis juicios sobre dos puntos: las conspiraciones y la novelística thriller internacional, y principalmente en español, que aborda el tema.
©Antonio Ramos Zúñiga / Blooger.
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Para información sobre la literatura del tema, entrar a este link:
http://danbrownspanish.blogspot.com/
Si le interesa la novela "Cornatel, el secreto español, use este enlace:
http://www.amazon.com/dp/B00RJDT0I4
MyLIBRETO: Si desea informarse más, use este link:
http://www.mylibreto.com/libros/es_cornatel-secreto-espanol-antonio-ramos-zuniga-historia-templarios-bierzo.html